Mujeres estériles en la Biblia
Hoy día sabemos que la esterilidad de las mujeres de la biblia tenía en algunos casos sus orígenes en factores genéticos, pero, en realidad eso importa poco pues en la mayoría de las veces aquí cuando se habla de esterilidad se quiere dar cuenta de un milagro a ocurrir por medio del poder de Dios.
La esterilidad de Sara no era impedimento para sacar de ella una gran nación
Sara era la esposa de Abraham y al igual que él, contaba con una considerable avanzada edad para tener hijos, sin embargo, pese además de su esterilidad, Dios le prometió a Abraham que de él saldría una gran descendencia, sin embargo, desde el momento que esto fue prometido pasaron años.
Sara se desesperó y prefirió un hijo de su sirvienta con su esposo a uno propio, pues lo veía imposible. Pero Dios no haría demorar en mostrar su poder, pues, además de presentárseles, a Sara y Abraham en un cuerpo, le reafirmó nuevamente la promesa. El milagro ocurrió al fin de cuentas, pese a la esterilidad de Sara, que a sus 90 años concibió a Isaac., y, ella sería la primera de una larga lista de mujeres iguales.
Raquel, la genética la condujo a la esterilidad
En aquellos tiempos las familias se conformaban entre parientes, generalmente primos que se casaban, lo cual, generaba que la probabilidad de esterilidad o irregularidades para concebir fueran grandes. Uno de las mujeres que sufrió lo primero fue Raquel, la segunda esposa de Jacob y la más hermosa.
Ella estuvo mucho tiempo amargada por ver a su hermana mayor y también primera esposa de Jacob darle hijos, por lo que no quiso quedarse atrás y le ofreció a su sirvienta para que de ella tuviera hijos, que contarían como propios. Al tiempo Dios se acordó de ella y manifestó su poder permitiéndole tener hijos pese a su esterilidad.
La mujer de Manoa
Manoa logró que su esposa ya no sufriera de esterilidad tras un curioso encuentro. Un día él y su esposa se encontraron con un ángel al cual le pidieron que se quedase a comer con ellos, pero no quiso este, en su lugar, prefirió que le prepararan un sacrifico a Dios, cosa que hizo Manoa.
Al momento en que encendió el sacrificio, el ángel le declaró que por medio del poder de Dios su mujer daría a luz un hijo cuya misión sería acabar con los filisteos, acto seguido, Manoa presenció un milagro pues el ángel subió al cielo en el humo del sacrificio. Luego de eso, la mujer de Manoa dio a luz a Sansón.
Ana, una oración silenciosa por un milagro
Ana era una de las dos esposas de Elcana, cuya particularidad, al igual que el resto de mujeres expuestas aquí, era su esterilidad, por la que sufría burlas de la otra esposa de Elcana que si había podido darle hijos.
Un día, como era costumbre, en que subieron delante de los sacerdotes a ofrecer sus sacrificios, Ana oró en silencio por ver el poder de Dios en su vida por medio del milagro que le permitiría tener al menos un hijo que además dedicaría a Dios. Este la escuchó y le plació su oferta por lo que le concedió lo que quería, así dio a luz a Samuel el profeta.
Elizabeth y la esterilidad que antecedió a Jesús
Hay que terminar el reconocimiento de las mujeres estériles de la Biblia con una historia similar con la que iniciamos. Elizabeth fue una mujer que sufría de esterilidad y era anciana, pero que, pese a ello, quería ver un milagro de Dios en su vida.
En este caso, quien dudó del poder de Dios fue su esposo, el cual sufrió la consecuencia de quedarse mudo hasta que naciera el niño, Juan el Bautista, quien antecedió a Jesús en la predica e incluso lo bautizó.
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